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Los propietarios de los yates fondeados en el embarcadero de Portuondo, en Sukarrieta, han mostrado su «enorme indignación» por los constantes robos y actos de vandalismo que sufren sus embarcaciones. El último episodio se produjo el pasado fin de semana cuando desconocidos atacaron 17 botes y produjeron diversos desperfectos. «Además de los daños, también han sustraído herramientas y algún utensilio de pesca, pero no se tiene constancia de robos de motores ni de equipos de navegación», informaron fuentes de la Ertzaintza.
El embarcadero ya sufrió hace dos años una veintena de robos de motores fueraborda. La vigilancia policial dio sus frutos y cuatro personas de origen rumano fueron detenidas por su relación con la sustracción de los motores. Los ladrones estaban vinculados con las mafias que compran aparatos náuticos para las pateras procedentes de África.
Dos denuncias
El Ayuntamiento de Sukarrieta instalará media docena de cámaras de vigilancia para evitar que se produzcan nuevos daños en las más de trescientas naves que fondean en el enclave. «Desde que se cometió la oleada de robos, comenzamos a solicitar los permisos para colocar videovigilancia en el pantalán. Por fin tenemos el visto bueno de Interior para colocar las cámaras y esperamos que para finales de año estén listas, aunque no empezarán a funcionar hasta el verano que viene, época en la que se lanzan los botes al mar», explicó el alcalde de Sukarrieta, Peru Sainz de Vizcaya.
La Ertzaintza ha asegurado que varios agentes realizan vigilancias periódicas en los embarcaderos de la zona y anteriormente ya han practicado algunas detenciones e identificaciones por hechos similares. «En lo referente a los hurtos del pasado domingo, se han presentado únicamente dos denuncias y hemos abierto la pertinente investigación», indicaron.
Los propietarios de los yates confían en que la adopción de medidas como la videovigilancia sea una solución «porque la zona está desprotegida y poco iluminada. Si continúan estos ataques, habrá que pensar en vender la embarcación porque con lo que cuesta la nave, el seguro y la gasolina…», se quejan.
Además de estar desprotegido, el embarcadero presenta problemas de saturación debido al masivo incremento de yates y carece de una regulación. «Esperamos dar una solución al caos que existe en este enclave, pero no es fácil porque hay muchas instituciones implicadas al ser un espacio protegido. El Patronato de Urdaibai no deja acondicionar una pequeña dársena», lamentan los afectados

http://www.elcorreo.com/vizcaya/20090913/vizcaya/causan-danos-yates-embarcadero-20090913.html.